Abogados JRM
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En nuestro despacho tratamos a diario conflictos relacionados con el arrendamiento. Muchos creen que basta con firmar un contrato de alquiler y guardar copia, pero la realidad es que cuando aparece un retraso, una duda sobre la fianza, daños en la vivienda o falta total de comunicación, el problema crece rápido. Por eso es útil contar con un abogado de alquileres que revise cada detalle y marque los pasos adecuados. Cada caso tiene matices y conviene mirarlo con calma antes de tomar una decisión que luego pueda complicarlo todo.
El impago es el motivo por el que más propietarios llaman. Tener un moroso en casa genera tensión y también miedo a que el asunto se alargue. Lo primero que hacemos es revisar el contrato de alquiler, ver si se han enviado avisos y comprobar desde cuándo existe morosidad. A partir de ahí, preparamos una comunicación formal para intentar que el inquilino pague. Y si no reacciona, estudiamos iniciar un desahucio. No se trata solo de recuperar dinero: se trata de recuperar el control sobre la vivienda.
Los retrasos constantes suelen ser la antesala de problemas mayores. Se analiza el historial de pagos, hablamos con el cliente sobre su relación con el inquilino y se revisan las cláusulas del arrendamiento. A veces, cuando se envía un requerimiento bien planteado, la situación se ordena. Otras veces queda claro que habrá que ir un paso más allá.
Cuando ya existe una deuda clara, calculamos los importes con precisión. Cada recibo, cada mensaje y cada fecha importa. Para muchos propietarios, este punto es clave: saber exactamente qué se puede reclamar y cómo. Un abogado de alquileres marca la diferencia entre una reclamación bien hecha y un trámite que no sirve de mucho.
La fianza es otro de los temas que más discusiones genera. Algunos propietarios retienen cantidades sin justificar y algunos inquilinos piden devoluciones imposibles. Lo revisamos todo: daños reales, facturas, fotografías y plazos. Cuando el caso está claro, se actúa.
Un contrato de alquiler mal redactado trae más dolores de cabeza que cualquier impago. Duración, reparaciones, uso de la vivienda, actualizaciones de renta… Cada cláusula debe estar pensada para evitar malentendidos. Si no lo está, cualquier conflicto termina siendo más complicado de lo necesario.
Hay arrendatarios que hacen reformas sin permiso, otros generan molestias a los vecinos o incumplen normas de convivencia. También hay propietarios que entran al inmueble sin avisar. Todo esto puede gestionarse con una estrategia clara y ajustada al caso.
Nuestro trabajo consiste en revisar, explicar y actuar. Los asuntos de arrendamiento no son solo papeles: afectan al patrimonio, a la tranquilidad y al uso diario de la vivienda. Con un abogado de alquileres de tu lado, cada paso se da con seguridad y sin improvisar.
Compromiso y excelencia profesional
En JRM Abogados creemos que la confianza se gana con hechos. Ser el mejor abogado en Valencia no depende solo del resultado, sino también del trato y la implicación.
Cada cliente recibe atención directa, sin intermediarios, y una comunicación constante. Escuchamos, planificamos y actuamos con rigor, pero también con cercanía.
Nuestro trabajo se apoya en valores firmes: ética, responsabilidad y vocación. Nos importa cada caso, grande o pequeño, porque detrás de él siempre hay una persona que confía en nosotros.
En JRM Abogados, tu tranquilidad es nuestra prioridad y tu confianza, nuestro mayor logro.
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